Marca personal

Según Jeff Bezos (fundador, presidente ejecutivo y exdirector ejecutivo de Amazon), “la marca personal es lo que dicen de ti cuando no estás en la sala”.

En lenguaje coloquial, y en dos palabras, marca personal es “Saber venderse”, y aunque pienses “yo no tengo de eso”, déjame que te diga que todos tenemos una marca personal online y/o offline. Un sello personal, una identidad.

Acercándonos al concepto, la marca personal es la huella que dejamos en los demás. Es el modo en que estos nos perciben en función de cada pequeña acción que realizamos, y lo que comunicamos transmitimos a cada momento, tanto en el mundo online como offline.

Igual que al pensar en una marca nos vienen rápidamente a la mente elementos de esta como el logo, las emociones que nos transmite, o un determinado momento o vivencia, desarrollar una marca personal supone dejar un rastro en el imaginario de los demás, mediante aquello que decimos, hacemos y la actitud que mostramos.

Todo lo que hacemos y decimos se refleja tanto en el mundo online como offline. Pero “decir” no se refiere solo a hablar. También la forma en que nos vestimos es importante, el contenido de nuestras publicaciones, la foto de portada, etc.

Respecto a lo que hacemos, hay ser coherentes con lo que mostramos. No podemos ser una empresa que fomenta la ecología, pero que cada día se deshace de mil pilas en el contenedor de basura.

Nuestra actitud, el cómo hacemos las cosas y cómo decimos lo que decimos, es importante para generar confianza. ¿Seremos serios o alegres? ¿Trataremos de ofrecer respuestas o no prestaremos ayuda ni daremos feedback a otros usuarios, marcas o empresas? ¿Mostramos credibilidad? La marca personal debe reflejar autenticidad, mostrar relevancia y consistencia.

Si hablamos de marketing personal, deberemos conocernos para, como si de una matriz DAFO se tratara, saber dónde poner el acento, qué puntos positivos podemos enfatizar, en qué debemos mejorar, etc. Básicamente, qué nos hace diferentes y como desarrollarlo: cuál es nuestro valor.

Al hablar de marca personal hablamos de la importancia de saber qué imagen queremos que los demás tengan de nosotros. Pero también cómo lo hacemos, y para esto es también necesario conocer el público objetivo al que dirigiremos este concepto de marca personal, puesto que si no lo hacemos, por más que nuestra marca personal reúna todos los requisitos esperables, no tendrá el efecto esperado.

La marca personal es aplicable tanto a empresas como a personas (el producto es el sujeto en sí mismo), y tiene relación con la gran exposición que tenemos en redes sociales y como a través de estas y la globalización podemos estar presentes en varios sitios.

Construir tu marca personal también supone seguir una estrategia de marketing y llevar a cabo acciones como garantizar las funcionalidades básicas del sitio web, porque ¿de qué me sirve tener una buena reputación online si es prácticamente imposible acceder a mi página web o mis redes sociales están sujetas al modo privado.

Con una marca personal fuerte podremos ser competitivos y diferentes, lo cual nos puede beneficiar a la hora de encontrar nuevas o distintas oportunidades profesionales que aumenten nuestro nivel profesional, ya que además de lo que comunicamos, también está influida y formada por nuestra formación y experiencia profesional, habilidades y competencias o nuestra vida personal. Nada queda fuera y todo contribuye a hacernos únicos.

En marketing digital por tanto, deberemos prestar atención a ofrecer un contenido de calidad (por ejemplo en blogs y redes sociales) y de forma frecuente, coherencia entre lo que decimos y hacemos (ser auténtico), ofrecer una buena navegación por nuestros contenidos, hacer una revisión de nuestras métricas en cuanto a posicionamiento, ofrecer algo diferente e interactuar con nuestro público… etc. Básicamente, cuidar nuestra reputación online.

Y una vez que lo hayamos hecho, volver a medir, revisar, y en caso necesario, actuar.

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