Valor añadido
Los consumidores de hoy son exigentes y buscan más que un simple producto o servicio. El valor añadido es la respuesta a esta demanda, porque ofrece experiencias que superan las expectativas y crean lealtad. Es aquello que va más allá de las características básicas del producto o servicio, para enriquecer la propuesta de valor y generar un impacto duradero en los clientes.
Perspectivas del valor añadido
El valor añadido puede analizarse desde diferentes puntos de vista:
- Desde el punto de vista económico: El valor añadido es el incremento en el valor de un bien o servicio a lo largo del proceso productivo. Este incremento se logra a través de la transformación de materias primas y la aplicación de mano de obra y capital. En términos contables, se calcula restando los costos de producción (materias primas, gastos financieros, mano de obra, etc.) del precio de venta final.
- Desde el punto de vista del marketing: Aquí, el valor añadido se refiere a las características o beneficios adicionales que un producto o servicio ofrece al consumidor y que van más allá de su función principal. Estos pueden ser tangibles, como un diseño innovador o una garantía extendida, o intangibles, como una excelente atención al cliente o una marca reconocida.
¿Por qué es importante el valor añadido?
El valor añadido es fundamental para:
- Diferenciación: Permite a las empresas destacar en un mercado saturado y captar la atención de los consumidores.
- Fidelización: Los clientes están dispuestos a pagar más por productos o servicios que les ofrecen un valor añadido real.
- Ventaja competitiva: Al ofrecer un mayor valor añadido, las empresas pueden obtener una ventaja competitiva sostenible en el mercado.
Ejemplos de valor añadido
- En un producto: Un smartphone puede ofrecer un valor añadido a través de características como una cámara de alta resolución, unos colores atractivos o un diseño elegante, además de la garantía de su buen funcionamiento.
- En un servicio: Una aerolínea puede ofrecer valor añadido a través de servicios como el entretenimiento a bordo, la selección de asientos, programas de fidelización o una revista con buen contenido.
¿Cómo crear valor añadido?
Para crear valor añadido, las empresas deben:
- Conocer a sus clientes: Identificar las necesidades y deseos de los consumidores es el primer paso para ofrecerles algo que realmente valoren.
- Innovar: Desarrollar productos y servicios que sean únicos y satisfagan las necesidades del mercado.
- Personalizar: Ofrecer experiencias personalizadas a cada cliente.
- Mejorar la calidad: Garantizar que los productos y servicios cumplan con los más altos estándares de calidad.
- Construir una marca fuerte: Una marca sólida transmite confianza y valor a los consumidores.
Ofrecer un valor añadido real a sus clientes permite a las empresas diferenciarse de la competencia, aumentar sus ventas y fidelizar a sus clientes.